El controvertido carácter obligatorio de la escuela media desvela a funcionarios y estudiantes argentinos. (Fuente: Diario Perfil, Buenos Aires - República Argentina) + info
Dice la autora de la nota que nos compartes: "La educación secundaria desvela no solo a especialistas, funcionarios y estudiantes argentinos, sino también a sus colegas de países de América Latina, en cuanto a su controvertido carácter obligatorio en la mayoría de la región, y su aún inalcanzable meta de incluir a todos".
En una realidad. A los docentes nos procupa el tema, más de lo que se cree. Sin embargo, es un tema que instalamos en nuestras charlas de recreos, y pretendemos instalarlas en circunstancias institucionales requeridas por las autoridades de mi provincia, con el desánimo de saber que digamos lo que digamos, las políticas que se seguirán serán sordas a nuestras sugerencias.
El ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco, reiteró días pasados en un seminario internacional de Educación Secundaria organizado por UNICEF de Argentina, ante especialistas nacionales y extranjeros, que "la escuela secundaria argentina ya es obligatoria a partir de la nueva ley de Educación Nacional".
Sin embargo, objetó nuevamente que el cumplimiento de la obligatoriedad dependerá de que en el país estén dadas las condiciones de "distribución equitativa de la riqueza y de justicia social, que garanticen a los padres que sus hijos estarán 17 ó 18 años en la escuela y no serán enviados a trabajar prematuramente".
Este aspecto que no está en manos de la educación, se replica en otros países como Brasil y Chile, con algunos matices más específicos de acuerdo a sus realidades.
El "aspecto que no está en manos de la Educación" es el más difícil de resolver. ¿Cómo movilizar a los políticos - gobernantes de turno a prorizar temas como el buen nivel de vida para todos, de modo que garantice tiempo para estudiar a los niños y adolescentes? ¿es suficiente lo que estamos haciendo? ¿Qué puente debemos construir para que se nos escuche y acepten nuestras propuestas y exigencias? Se estima que en la región hay 35 millones de niños y adolescentes de entre 3 y 18 años afuera del sistema escolar.
Yo trabajo en una escuela nocturna secundaria para adultos. EL 70% de los alumnos son trabajadores - casi todos en negro - de tiempo parcial, en distancias enormes entre hogar, trabajo, escuela.Ven a la escuela más que como un centro de estudio como un centro de relax y encuentro.Es muy difícil asumir la eeducación con similares parámetros que en escuelas diurnas y con otras características poblacionales, al menos, en lo que respeta a sujetos trabajadores. Realidades que marcan enormes distancias culturales y que aún no son contempladas de manera cabal por las autoridades que debieran se competentes en este y otros problemas de la diversidad estudiantil de nuestro país.
Si bien la escuela secundaria es obligatoria en la mayoría de los Estados, aún falta mucho por hacer en cuanto a la inclusión de los grupos vulnerables como los estudiantes indígenas y afrodescendientes, en materia de capacitación de los maestros y en inversión en infraestructura escolar.
EN la escuela que comento, trabajamos en edificio prestado por la EEscuela Técnica del lugar. Por más que instalamos acuerdos de convivencia, siempre que sicewde algo malo, la culpa la tiene la escuela nocturna. Casi 20 años de existencia, y todavía sin edificio propio. Aquí hay que hablar no sólo del desinterés puesto en el caso de nuestra escuela sino en el interés manipulado en tiempos cercanos a las elecciones donde cada político de turno se "hace carne de nuestro problema" para oolvidarse -ya sabemos que es así - en cuanto se asumió un alto cargo gubernamental. ¿Se deben crear escuelas antes de contar con las infraestructuras materiales para ellas? ¿No surgen acaso por esas mismas interesadas cuestiones de políticas partidarias? ¿Son ellas nada más que el fruto de utopías? ¿No es corrupto el acto de aprobar el funcionamiento de una escuela sin un lugar propio donde funcionar? ¿Cómo promover actitudes identitatarias de los alumnos con su institución, sin corporizarla en un lugar que lo sientan como propio?
En general, directivos de UNICEF de los tres países, más los ministros de Educación presentes y decenas de especialistas coincidieron que la enseñanza es la garantía de "romper con la pobreza" de los jóvenes.
Insisto: es la idea, pero no se aportan soluciones reales y prácticas para que la idea se convierta en realidad tangible.
En Argentina, las razones del abandono de la escuela media están distribuidas en partes iguales: por razones socioeconómicas; por pérdida de la estima en los alumnos a quienes los hacen repetir y por no aprender los nuevos conocimientos y tecnologías que hoy se requieren. Pondría el subrayado sobre las razones económicas, ya que la pobreza es la causa de la pérdida de estima, de la repetición, y de la escasa posibilidad de acceder a los nuevos conocimientos y tecnologías requeridas en la actualidad. Ningún joven que vea su adolescencia obligada a compartir horas de trabajo y estudio puede sentir el mismo estímulo que aquél cuyo cansancio físico ha sido por haber estado practicando placenteramente algún deporte junto a sus amigos en un club, o en la baldío del barrio.
La opinión de los alumnos que se aporta: ."Los chicos dijeron mayormente que se desmoralizaban cuando repetían y terminaban abandonando" dijo Kit y agregó que otros cuestionaron la deserción o repitencia "porque no nos enseñaban lo importante" Están dejando a las claras traslucir una sociedad que no lo contiene. Y esto no sólo sucede en el marco de la educación, sino que la trasciende y vuelve a caer en los índices amplios de pobreza.
_ Alausos para Mario Volpi:
Según el representante de UNICEF Brasil, Mario Volpi, la inclusión de los chicos en el sistema educativo es más que ofertar una clase.
"No sólo hay que brindarles buenos contenidos en las aulas, también hay que asegurarles medios de transporte para que puedan llegar al colegio, un ingreso mínimo para sus familias y políticas complementarias que garanticen la inclusión con respeto a la diversidad".
Las conclusiones a las que se arribaron en el encuentro parecen razonables. Ojalá que sean escuchados en tanto y en cuanto operen expeditivamente sobre los gobiernos de turno: completar la educación secundaria no garantiza la inclusión social, pero no terminarla es un pase directo a la exclusión
1 comentario:
Dice la autora de la nota que nos compartes:
"La educación secundaria desvela no solo a especialistas, funcionarios y estudiantes argentinos, sino también a sus colegas de países de América Latina, en cuanto a su controvertido carácter obligatorio en la mayoría de la región, y su aún inalcanzable meta de incluir a todos".
En una realidad. A los docentes nos procupa el tema, más de lo que se cree. Sin embargo, es un tema que instalamos en nuestras charlas de recreos, y pretendemos instalarlas en circunstancias institucionales requeridas por las autoridades de mi provincia, con el desánimo de saber que digamos lo que digamos, las políticas que se seguirán serán sordas a nuestras sugerencias.
El ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco, reiteró días pasados en un seminario internacional de Educación Secundaria organizado por UNICEF de Argentina, ante especialistas nacionales y extranjeros, que "la escuela secundaria argentina ya es obligatoria a partir de la nueva ley de Educación Nacional".
Sin embargo, objetó nuevamente que el cumplimiento de la obligatoriedad dependerá de que en el país estén dadas las condiciones de "distribución equitativa de la riqueza y de justicia social, que garanticen a los padres que sus hijos estarán 17 ó 18 años en la escuela y no serán enviados a trabajar prematuramente".
Este aspecto que no está en manos de la educación, se replica en otros países como Brasil y Chile, con algunos matices más específicos de acuerdo a sus realidades.
El "aspecto que no está en manos de la Educación" es el más difícil de resolver. ¿Cómo movilizar a los políticos - gobernantes de turno a prorizar temas como el buen nivel de vida para todos, de modo que garantice tiempo para estudiar a los niños y adolescentes? ¿es suficiente lo que estamos haciendo? ¿Qué puente debemos construir para que se nos escuche y acepten nuestras propuestas y exigencias?
Se estima que en la región hay 35 millones de niños y adolescentes de entre 3 y 18 años afuera del sistema escolar.
Yo trabajo en una escuela nocturna secundaria para adultos. EL 70% de los alumnos son trabajadores - casi todos en negro - de tiempo parcial, en distancias enormes entre hogar, trabajo, escuela.Ven a la escuela más que como un centro de estudio como un centro de relax y encuentro.Es muy difícil asumir la eeducación con similares parámetros que en escuelas diurnas y con otras características poblacionales, al menos, en lo que respeta a sujetos trabajadores. Realidades que marcan enormes distancias culturales y que aún no son contempladas de manera cabal por las autoridades que debieran se competentes en este y otros problemas de la diversidad estudiantil de nuestro país.
Si bien la escuela secundaria es obligatoria en la mayoría de los Estados, aún falta mucho por hacer en cuanto a la inclusión de los grupos vulnerables como los estudiantes indígenas y afrodescendientes, en materia de capacitación de los maestros y en inversión en infraestructura escolar.
EN la escuela que comento, trabajamos en edificio prestado por la EEscuela Técnica del lugar. Por más que instalamos acuerdos de convivencia, siempre que sicewde algo malo, la culpa la tiene la escuela nocturna. Casi 20 años de existencia, y todavía sin edificio propio. Aquí hay que hablar no sólo del desinterés puesto en el caso de nuestra escuela sino en el interés manipulado en tiempos cercanos a las elecciones donde cada político de turno se "hace carne de nuestro problema" para oolvidarse -ya sabemos que es así - en cuanto se asumió un alto cargo gubernamental.
¿Se deben crear escuelas antes de contar con las infraestructuras materiales para ellas? ¿No surgen acaso por esas mismas interesadas cuestiones de políticas partidarias? ¿Son ellas nada más que el fruto de utopías? ¿No es corrupto el acto de aprobar el funcionamiento de una escuela sin un lugar propio donde funcionar? ¿Cómo promover actitudes identitatarias de los alumnos con su institución, sin corporizarla en un lugar que lo sientan como propio?
En general, directivos de UNICEF de los tres países, más los ministros de Educación presentes y decenas de especialistas coincidieron que la enseñanza es la garantía de "romper con la pobreza" de los jóvenes.
Insisto: es la idea, pero no se aportan soluciones reales y prácticas para que la idea se convierta en realidad tangible.
En Argentina, las razones del abandono de la escuela media están distribuidas en partes iguales: por razones socioeconómicas; por pérdida de la estima en los alumnos a quienes los hacen repetir y por no aprender los nuevos conocimientos y tecnologías que hoy se requieren.
Pondría el subrayado sobre las razones económicas, ya que la pobreza es la causa de la pérdida de estima, de la repetición, y de la escasa posibilidad de acceder a los nuevos conocimientos y tecnologías requeridas en la actualidad.
Ningún joven que vea su adolescencia obligada a compartir horas de trabajo y estudio puede sentir el mismo estímulo que aquél cuyo cansancio físico ha sido por haber estado practicando placenteramente algún deporte junto a sus amigos en un club, o en la baldío del barrio.
La opinión de los alumnos que se aporta:
."Los chicos dijeron mayormente que se desmoralizaban cuando repetían y terminaban abandonando" dijo Kit y agregó que otros cuestionaron la deserción o repitencia "porque no nos enseñaban lo importante"
Están dejando a las claras traslucir una sociedad que no lo contiene. Y esto no sólo sucede en el marco de la educación, sino que la trasciende y vuelve a caer en los índices amplios de pobreza.
_ Alausos para Mario Volpi:
Según el representante de UNICEF Brasil, Mario Volpi, la inclusión de los chicos en el sistema educativo es más que ofertar una clase.
"No sólo hay que brindarles buenos contenidos en las aulas, también hay que asegurarles medios de transporte para que puedan llegar al colegio, un ingreso mínimo para sus familias y políticas complementarias que garanticen la inclusión con respeto a la diversidad".
Las conclusiones a las que se arribaron en el encuentro parecen razonables. Ojalá que sean escuchados en tanto y en cuanto operen expeditivamente sobre los gobiernos de turno:
completar la educación secundaria no garantiza la inclusión social, pero no terminarla es un pase directo a la exclusión
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